domingo, diciembre 3, 2023
Economía y Finanzas

Cómo reducir el consumo de agua de la ganadería

Los actuales (y previsiblemente futuros) episodios de sequía y altas temperaturas están poniendo de manifiesto la importancia del agua como recurso vital para el mantenimiento de la vida en la Tierra, así como para producir alimentos para la población humana y otros animales.

La producción de alimentos de origen vegetal y animal contribuye a aumentar la presión sobre los recursos mundiales de agua dulce. En concreto, la huella hídrica de la producción de alimentos de origen animal entre 1996 y 2005 fue de 2 422 Gm³ por año a nivel global. Se estima que esta cifra representa un tercio de la huella hídrica total de la agricultura.

Afortunadamente, existen algunas estrategias para reducir los requerimientos de agua de la ganadería que implican tanto a los ganaderos y agricultores como a los consumidores.

Los componentes de la huella hídrica

La valoración de la huella hídrica se ha venido realizando mediante un enfoque volumétrico que considera toda el agua que es directa e indirectamente necesaria a lo largo de la cadena de producción de un producto. El valor de huella hídrica se considera la suma de tres componentes:

  • Agua verde: comprende el uso de agua de lluvia almacenada en el suelo.
  • Agua azul: comprende el uso de agua superficial y subterránea (pantanos, acequias, pozos, etc.).
  • Agua gris: comprende el agua necesaria para diluir los potenciales contaminantes de los residuos del producto hasta reducirlos a niveles inferiores a los máximos legales.

Por otro lado, la valoración de la huella hídrica de los alimentos también se ha integrado en la metodología de análisis del ciclo de vida a través del índice de estrés hídrico, que se calcula dividiendo el valor de huella hídrica entre la disponibilidad de agua de esa cuenca, con el fin de ajustar los consumos volumétricos a los potenciales impactos locales por la falta de agua.

Diferencias entre productos animales

En el caso de los productos animales, el valor de huella hídrica debe considerar tanto el agua consumida directamente por los animales como la indirectamente requerida para producir los alimentos de su dieta, que representa casi la totalidad (el 98 %).