Científicos en búsqueda de mejorar la salud reproductiva
Andalucía, al sur de España, y la Universidad de Harvard, de Estados Unidos, buscan las conexiones neuronales en el proceso ovulatorio para mejorar los problemas derivados de las patologías reproductivas, como el caso del síndrome de ovario poliquístico.
La UCO ha explicado que este síndrome es una de las enfermedades más comunes entre las mujeres jóvenes, ya que una de cada 10 llega a padecerla y puede afectar a su fertilidad, por lo que el proyecto de investigación básica busca conocer los mecanismos fundamentales sobre cómo el cerebro controla la ovulación con una implicación traslacional.
En esta línea, surge el proyecto europeo Tac1-Ovulation, coordinado por el catedrático en fisiología, de la Universidad de Córdoba, Manuel Tena Sempere, junto con la investigadora postdoctoral Silvia León Téllez, reincorporada a la UCO una vez completada una extensa formación en el Brigham and Women’s Hospital.
El proyecto se basa en identificar una posible relación entre la substancia P, que forma parte de una familia de las taquiquininas (implicadas en la regulación de la ovulación), con la kisspeptina (molécula muy conocida en su participación en la reproducción) para controlar la ovulación.
Después se trata de identificar las poblaciones neuronales que están participando y así poder modelar la acción con el propósito de encontrar unas posibles «dianas terapéuticas», mejorando los problemas ovulatorios.
Para ello, se han realizado modelos animales con el ratón (previamente aprobados por comités éticos), dado que los mecanismos hormonales de control de la ovulación se asemejan al del humano.
Tena Sempere ha recalcado que, aunque el objetivo final del proyecto no es encontrar un fármaco que induzca a la ovulación, se pretende mejorar la salud reproductiva de la población y aportar evidencias acerca del papel de una substancia importante que pueda contribuir en la aportación de soluciones trasladables a una clínica.