28 marzo, 2024
Tecnología

El nuevo teléfono plegable de Samsung resucita el fiasco del Galaxy Note Edge

Samsung presentaba el miércoles entre vítores de un entusiasmado público y una también gran expectante cantidad de asistentes vía streaming su teléfono plegable. El mismo del que lleva años hablándose emplazando siempre a un futuro que parecía no llegar nunca.

Pese a que no pudimos ver mucho del terminal debido al juego con las luces del escenario para no mostrar lo que luego quedó claro que era simplemente una carcasa conceptual para ocultar el diseño final del teléfono, sí pudimos hacernos una idea bastante aproximada de las intenciones que tiene Samsung al respecto. Y estas no son otras que la de ofrecer un terminal con dos pantallas; una pequeña y cómoda para las interacciones livianas y una grande que podrá ser desplegada para realizar en ella el grueso del uso.

Un teléfono novedoso como ninguno que llegará a las estanterías físicas y virtuales el año próximo, prometen desde la compañía. Es decir, que pese a lo complejo de la tecnología, su producción en masa ya no es más una utopía. Pero es inevitable cuestionarse el futuro de un dispositivo de estas características, especialmente el rol que puede jugar en el mercado actual de smartphones poniendo patas arriba el concepto de los teléfonos tal y como los entendemos.

¿Eres tú, Galaxy Note Edge?
Aunque de primeras a muchos pueda parecerles un terminal raro, extraño e incluso grotesco, no es la primera vez que Samsung lleva a cabo este tipo de experimentos. Muchos recordarán aquel Galaxy Note Edge que causó furor –más para mal que para bien, pero furor al fin y al cabo– en 2014. Un terminal con un lateral profundamente curvado en el que la pantalla seguía este contorno para aportar un extra de utilidad a través de acciones concretas. ¿El resultado? Un fiasco.

Pero en realidad no lo fue del todo. Aunque el terminal en sí no consiguió captar la atención del público y restaba más que aportaba, el poso de esa nueva tecnología y la experiencia del proceso permitió a Samsung aplicarlo de manera posterior a la gama S y la gama Note en forma de dos curvaturas menos pronunciadas a ambos laterales. Una cualidad que ya es seña de identidad de la casa y que se mantiene a día de hoy.

El teléfono plegable de la compañía puede no ser más que un nuevo Galaxy Note Edge. Tosco al principio, enfocado a un público muy concreto y sin cabida en el mercado tal y como está concebido ahora. Pero el mero hecho de disponer de la tecnología para hacerlo es un aliciente más que plausible como para considerarlo un primer paso de la empresa de cara a un futuro en el que veamos transportado un concepto similar a sus líneas de smartphones más exitosas. Un déjà vu en el universo Galaxy.